Aquí os dejo unos
cuantos consejos a tener en cuenta a la hora de hacer ejercicio.
¡MAS VALE PREVENIR
QUE CURAR!
Al hacer ejercicio sometemos
nuestro cuerpo a un estrés por encima de lo habitual, el cual debemos
conocer y controlar. Hacerse un reconocimiento medico es muy importante para
conocer el estado en el que nos encontramos y cuales son nuestras limitaciones.
Para ello debemos acudir a un medico deportivo, que nos hará un reconocimiento
y unas pruebas específicas, y nos dirá con seguridad lo que podemos hacer y lo
que NO debemos hacer. Este debe ser el punto de partida de toda aquella persona
que quiera iniciarse en el entrenamiento deportivo y sobre todo, hacerlo de
forma segura. Con esta información, tu entrenador podrá guiarte de la mejor
forma y adaptar el ejercicio a tu condición física sin que corras ningún
riesgo.
SI DUELE… ¡NO ES
MEJOR!
Muchas veces, sobre todo cuando realizamos estiramientos, sentimos
mucha tensión en el musculo que estamos estirando. Bien, si esta sensación de
tensión es sobrepasada y se llega a sentir dolor, NO ESTAMOS HACIENDOLO BIEN Y
ESTIRANDONOS MEJOR, todo lo
contrario, corremos el riesgo de lesionarnos y provocar una rotura de las
fibras musculares de ese musculo. Sentir dolor mientras se realiza ejercicio
físico no es síntoma de estar entrenando a más intensidad, sino de que algo
malo está ocurriendo y el cuerpo nos está “hablando”. Si notas dolor de algún
tipo mientras entrenas, párate, descansa un poco y vuelve a retomar el
ejercicio, si el dolor persiste, consulta con tu entrenador.
MANTENTE SIEMPRE
HIDRATADO.
Agotamiento anticipado, golpes de calor, mareos, calambres, etc… pueden
ser síntomas de deshidratación mientras hacemos deporte.
La sed es un
mecanismo esencial de regulación del contenido de agua en el cuerpo y uno de
los primeros síntomas de deshidratación. Cuando tenemos sed, el cuerpo sufre un
3% de deshidratación. Es por ello que no debemos esperar a tener sed para beber
agua. Hay que beber agua o bebidas para deportistas (isotónicas) antes, durante
y después del ejercicio. Siempre en pequeñas cantidades y de forma regular.
OJO!! En la piscina
también se suda! Muchas veces al nadar, por encontrarnos en el medio acuático
no sentimos tanta necesidad de beber agua, pero hay que seguir hidratándose
como haríamos en cualquier otra situación.
CALENTAR ES COSA
DE TODOS… LOS MUSCULOS.
Es muy importante preparar el cuerpo para el entrenamiento y para ello,
siempre dedicaremos la parte inicial del entreno al calentamiento. Por norma
general, optamos por correr suavemente o pedalear en la bicicleta del gimnasio,
y lo acompañamos de algunos estiramientos y movilidad articular lo cual está
muy bien para aumentar las pulsaciones y la temperatura corporal. Sin embargo,
no nos acordamos de hacer un calentamiento específico de los músculos que vamos
a entrenar. Por ejemplo, hacer algunas repeticiones con bandas elásticas, te
pueden ayudar a preparar de forma especifica aquellos músculos que tengas
previsto incluir en tu sesión de entrenamiento.
También debemos recordar que el calentamiento no es eterno, y sus
efectos a nivel fisiológico tienen una duración estimada de 20-30 minutos, por
lo que si estamos compitiendo, tenemos que planificarnos bien para poder
hacerlo en ese margen de tiempo y no antes, puesto que si no, perderíamos sus
efectos.
ELIGE BIEN TUS
ZAPATILLAS
Elegir un buen calzado y una zapatilla deportiva acorde a nuestra
actividad es vital para no sufrir lesiones y poder realizar correctamente cada
deporte.
Para ello hay que
tener en cuenta diferentes consideraciones:
- Características del
deporte que vamos a realizar.
- Tipo de terreno
donde se realizaremos el deporte.
- Materiales de los
que está hecha la zapatilla.
- Características
anatómicas y biomecánicas del deportista.
Decantarse por una zapatilla u otra debe ser una elección que esté por
encima de cualquier condición estética, ya que nuestros resultados y nuestra
salud están implicados directamente en el tipo de calzado que usemos. Hoy en día
tenemos a nuestro alcance mucha información y profesionales que nos pueden
ayudar a elegir la zapatilla que mejor se ajuste a nuestra necesidad.
DUCHATE ANTES DE
NADAR POR TU SEGURIDAD
Es común creer que ducharse al entrar al agua es una cuestión solamente
de higiene, pero este primer contacto con el agua cumple otra función más
importante.
El cuerpo se encuentra en estado de reposo en torno a los 36,5º de
temperatura, y el agua de la piscina, por norma general a 27º (-9º). Esta
diferencia tan elevada de temperatura, puede llegar a ocasionar un shock
termodiferencial o hidrocución. Es por ello que tomar una pequeña ducha antes
de entrar al agua ayuda a disminuir la temperatura corporal progresivamente y
prepararnos para lanzarnos a la piscina disminuyendo estos riesgos.
A QUIEN MADRUGA…
EL DEPORTE LE AYUDA
Muchos estudios indican que uno de los principales beneficios que
aporta el ejercicio es la de ayudar a regular la tensión, y que está
especialmente indicado en personas con hipertensión. Al finalizar el ejercicio,
la tensión disminuye, y se sitúa en valores por debajo de los que conllevan un
riesgo para la salud. Realizarlo durante las horas de la mañana ayuda a
mantenerlos durante el resto del día y permite a personas Hipertensas realizar
muchas actividades de su vida cotidiana con total normalidad.
ENTRENA PRONTO
PARA DORMIR BIEN
Cuando el cuerpo realiza una sesión de entrenamiento de cierta
intensidad, el cuerpo genera adrenalina, hormona y neurotransmisor producido en
las glándulas suprarrenales que incrementa la frecuencia cardiaca, contrae los
vasos sanguíneos y dilata los conductos de aire.
La disminución de los niveles de adrenalina en el cuerpo no ocurre de
forma inmediata, por lo que si realizamos las sesiones de entrenamiento por la
noche corremos el riesgo de no conciliar bien el sueño, sobre todo es
principiantes. Puedes ayudarte a acelerar estos procesos con una buena vuelta a
la calma y métodos de relajación.
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